jueves, 20 de marzo de 2014

Nª 67 - Otoño 2014


                                        Paisaje Otoñal

El Rescatador

Publicado en Revista Literaria “Mapuche “. Año 1 – Nº 2 –Febrero de 1982

Llegamos al segundo número de esta publicación, que tuvo la certeza de dar su resplandor mensajero casi a fines del año 1981, luego de varios varios intentos furtivos de transmitir cultura en nuestro medio.
El anhelo y la confianza plena de saber, que a través de estas páginas estamos brindando algo a Huinca Renancò, nos insta a continuar este difícil empeño de editar una revista cultural. 
A quienes nos alentaron, y depositaron imaginariamente esa semilla de humildad y entusiasmo, para que  MAPUCHE fuese una realidad más en Huinca  Renancò, les decimos sinceramente ¡Muchísimas Gracias por todo!, y hasta el próximo número Dios mediante.-   

Marta Lía Brossa

 Narradores  ?


                                    Los ojos del indio viejo

Yo sabía que estaba solo, lo vi, lo palpé, lo dibujé en el estómago del paisaje, ¡Cuánto decían sus silencios!, ¡Tanto…!, casi eran gritos. Moviéndose entre senderos cavernosos, sufriendo entre las rocas y los huecos la lacerante llama viva de sus ancestros, al mismo tiempo la poesía en medio del infierno, el alma expuesta a los olvidos, la piel tallada por los vientos, guijarros rodando en el vacío, cielos y precipicios detenidos en el tiempo… Caminando mañanas de alforjas y canto, derramando semillas en ríos de arena, peleando la siembra, retornando siempre tras los pasos del eco, alzando la mirada entre cactáceas, jugándose la vida entre montañas, sacando de las entrañas de la tierra singular belleza, volcando en lenguas de piedra y metales milagrosos sus defensas, sus nostalgias, sus desvelos, siempre un paso más allá de las leyes imperantes que rigen el universo: frío, calor, hambre, enfermedad, ¿justicia?...
Yo sabía que estaba solo, como un animal indefenso entre sus cabras, desafiando aún los crímenes blancos de su esencia, la incomprensión egoísta de supersticiones, esperanzas, creencias, que conocía tan bien como su mano reseca la verdadera historia escondida bajo la tierra, la de su raíz, la de sus leyendas, él sabía que las majestuosas obras de los orfebres de su raza les habían sido arrebatadas con violencia por urgencia de piratas, dejando la plástica indígena y sus almas en abismos de distancias sin el místico juicio de su pueblo.
Caminaba lentamente, al ritmo de los años, transmitiendo sabidurías infinitas en siglos poblados de silencios: Almas de barro, dioses de sol y lluvia, de luna, de impuestas cruces, de carnavales de fuego y máscaras, de ejércitos de mártires viviendo en piedras abiertas a los cielos de los cementerios.
Yo sabía que sabía, y que se estaba muriendo. Muriendo en sus descendientes, en las risas de sus juegos, en las rondas de niñas indias con sus cabellos al viento, negros como la noche de los tiempos.
En ese instante infinito se condensaron los siglos, en una única mirada detenida y acuciante me reveló su pasado, cuando explotaron sus cuerpos,  cuando gastaron sus fuerzas, cuando sometieron su voluntad, sus creencias y convicciones, cuando ocuparon sus espacios, sus dominios, cuando violaron sus tumbas, cuando tiraron por tierra sus conquistas, pisotearon su cultura, sus dioses, sus monumentos, cuando les quitaron la libertad y le vendieron a la sangre joven de su pueblo una historia distinta entre masacres y condenas a toda una civilización con un alto desarrollo de inteligencia, razón poco conveniente para los falsos dioses en sus cabalgaduras socavando y juzgando, prometiendo y persiguiendo, apagándoles el canto ofrecido a sus mitos…
Yo sabía que estaba solo moldeando lodo, mordiendo polvo, idolatrando semillas, tejiendo historias contenidas, las que se llevaron las bestias poderosas hace quinientos años atrás…
Aún están abiertas las heridas y me sentí culpable de la historia mentida, me sentí culpable de sus ojos viejos, de sus ojos muertos,  persiguiendo por instinto el vuelo del ave rapaz, acompañado por ejércitos de espíritus fuera de sus tumbas, escuchando el lamento de las cumbres repetir, repetir y repetir en el eco, el lastimoso himno de los indios muertos…


Premio Mención - Sur de la Pcia. de Bs.As. (Ayacucho-Azul-Tandil ) en Homenaje a los 500 Años del Descubrimiento de América

Marta Lía Brossa : Nació en la ciudad de Cañada de Gómez  (Pcia. de Sta.Fe), ciudad en la que reside. Es narradora y poeta. Artística Plástica

Libros


Cautiva, Francisca Adaro (poema èpico), de Irma Droz. Santa Marìa de Punilla (Còrdoba). Argentina. 49 pàg. ISBN 978-987-1890-15-6
Quo Vadis Ediciones. Villa Carlos Paz (Còrdoba). Argentina. 2013
 
                                             1
Todo el desierto se extiende, silencioso y fatigado,
                        bajo el calor de la tarde.
Sólo el añoso caldén,
amparando tu memoria, oscurecida y callada.
Un matorral de chañares interrumpe la llanura
y una vez  más las achiras rememorando el pasado.
Aún resuena en tu pecho el tropel enceguecido
y aquel creciente rugir del malón desenfrenado.
Nubarrones que se alzaban, confundiendo el horizonte.
Todo el horror …, el desconcierto …
                        y de repente: nada!
Cuando entreabriste los ojos,
aquella mirada oscura, profunda, penetrante,
hizo correr por tus venas
                       mezcla de miedo y confianza …
El Gran Cacique Painè te llevaba entre sus brazos.
No supiste de tu padre,
                        la carreta, los caballos …
Sólo vos , Francisca Adaro,
refugiando tu dolor
                        en aquel pecho araucano
 
 
                                                 Irma Droz
 
Irma Droz: Naciò en Còrdoba Capital, reside en Santa Marìa de Punilla (Còrdoba). Docente, poeta, escritora. Agente Cultura. Organiza tareas y gupos culturales desde 1957. Fundadora y Directora general de Amèrica Madre (AMA). Instituciòn Cultural Internacional (sin fines de lucro), con sede central en Santa Marìa de Punilla.
Publicò: Tinaja mujer (poemas); Mamà Poroto y Puni, la gatita (cuentos para niños); Campanas de papel (poemas)

miércoles, 19 de marzo de 2014

Juan Gelman



1930 - 2014

Oración de un desocupado

Padre, 
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello 


(de "Violín y otras cuestiones" 


 Juan Gelman es un reconocido poeta y periodista argentino, nacido en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930. Participó de la creación del grupo El pan duro, el cual reunía a jóvenes militantes comunistas en busca de una poesía más fiel a sus raíces y de fácil lectura; además, conseguían sus propios medios para realizar las publicaciones y la difusión de las mismas. El primer fruto de dicha agrupación fue el libro "Violín y otras cuestiones". Como periodista, colaboró con diarios y revistas tales como La Opinión, Panorama, Crisis y Noticias, ocupando cargos que iban desde director hasta jefe de redacción. Entre los importantes premios que ha recibido se encuentran el Cervantes , el Boris Vian y el Pablo Neruda.
Sin duda, debió enfrentar una de las peores desgracias imaginables: su hija, su hijo y su esposa fueron secuestrados durante la dictadura militar argentina. A pesar de no haber recuperado a su familia, continuó enfocado en sus versos, aunque en su poesía se nota la inquietud de quien necesita seguir adelante, no detenerse.
Este incansable escritor ha publicado casi 30 poemarios, entre los que destacan " Velorio del solo", "Hechos y relaciones", "Salarios del impío" y "El emperrado corazón amora", el más reciente.

Oscar Guiñazù Alvarez

 Cacique Sitón  1995


Fuerza nuclear

Se despedaza el tiempo.
En los planos redondos de las horas
hay  inquietudes de altamar y viento.
 
Se despedaza el tiempo.
La desorientación ha subsumido
todo cuando circunda el pensamiento.
 
Se despedaza el tiempo …
Se ha perdido tal vez la más remota
Esperanzas de paz y de silencio.
 
Se despedaza el tiempo;
la  inconsciencia a la  era vera de los actos
sus necias prioridades ha interpuesto.
 
Se despedaza el tiempo;
un “Bikini” de horas y minutos
y segundos recibe el nuevo invento.
 
Se despedaza el tiempo;
El destino de todos y del cosmos
quizá  dependa de  unos cuantos nervios.
 
Se despedaza el tiempo;
pero o con las de una agonía
si no al tronar de un cataclismo intenso.
 
Es que el mundo ha dejado de ser cuerdo.
(¡ Tantas veces giró …!) En un instante
se  despedaza el tiempo.
 

(del libro: Cuerdas Tensas – Vestal Ediciones – 1993)


Premio “Cacique Sitón 1995”, otorgado por América Madre (AMA)

Oscar Guiñazú Alvarez nació el 3 de Junio de 1916 en Candelaria, Provincia de San Luis.
Desarrolló una intensa labor de difusión cultural con la realización de los Encuentros  Internacionales de Poetas en Villa Dolores, Córdoba, Argentina.
Su tarea como educador ha quedado impregnada en el quehacer convocatorio de la expresión poética, habiendo sido su actitud la del maestro y guía para aquellos que se iniciaban en la palabra escrita, a la luz de su empuje creador.
Falleció el 9 de Julio de 1996 en la ciudad de Villa Dolores, dejando parte de su obra sin publicar.
Después de su partida se realizaron múltiples homenajes en distintos puntos geográficos donde el poeta desplegó su acción cultural, como publicaciones en revistas literarias y páginas culturales en diarios de Argentina, Chile y Uruguay.
 Ha publicado las siguientes obras: El amor y el dolor de Eduardo Dawn, Villa Dolores, 1937.
(Eduardo Dawn fue su seudónimo), Muestrario, Villa Dolores. Edición del diario Democracia. El polen de la inquietud, Córdoba, 1940. Orbita 50, Villa Dolores, Ed. Tierradentro, 1968. Encuentros (Primera Muestra de Poetas de
traslasierras): Ed. Tierradentro, 1979. Contra reloj (Poesías, 1983). Tiene varias publicaciones màs.

Eduardo Pérsico

 Narradores II ?


         Martín Fierro y gaucho Cruz según el Mingo Echeverri.                                                                                  
                    y aquí me pongo a cantar con cualquiera que se ponga    
    
   Como Periodista Especializado y Atemporal, yo el Mingo Echeverri acaso me despreocupé demasiado de la ‘intertextualidad y adyacencias’ de la impiadosa soledad pampeana, pero ya es tiempo de abordar el tema. En principio sabiendo que toda historia se interpreta mejor más allá de lo sucedido, en tanto  siempre subayacen debajo los pápitos de cuánto no se contó y así, injustamente, se quedaron sin relato acciones de alguna batalla que la historia posterior estimara decisiva, los acallados insultos y entredichos de los personajes de cualquier novela exitosa  y hasta por ejemplo, la calentura que debió bancarse  el cochero en el libro de Flaubert, al transportar detrás suyo aquel novelero cuerpo a cuerpo entre su madame Bovary con el Rodolfo Boulanger. Y en esa misma frontera de literarias omisiones, cómo no imaginar el amasijo previo de Juan Moreira con su amante en el prostíbulo donde al rato nomás lo mataran por ‘gaucho vago y mal entretenido’; y qué injusticia nombrarlo así. Asimismo y sin desechar otros  buenos ejemplos, imaginemos el quilombo mental que sufriría ‘Funes el memorioso’, - personaje del viejo Borges- si se olvidaban de darle la pastilla recordativa para devolver a su marote hasta el formato de un árbol hoja por hoja, según él sabía memorizar. Y por esa obligación de Periodista Especializado y Atemporal que detento, con seriedad y no como esos temerarios que hablan de literatura en el suplemento dominical ignorando hasta quién soy yo; el Mingo Echeverri;  les ilustraré a propósito de ‘la intertextualidad y sus alrededores’ en un diálogo de Martín Fierro con el gaucho Cruz. Renglones que omitiera en su libro el mismísimo José Hernández, y ni siquiera insinuara lo ciertamente hablado en los  anocheceres por esos dos aparceros de la soledad pampeana.
-           Y sí, - en algún momento habrá dicho el gaucho Cruz- aquí el agua está a un metro abajo nomás; hay brotes  de duraznillo blanco y ese dato es infalible. Pero hoy y de seguir hablando de la pampa argentina, me gustaría saber don Martín: ¿es usté freudiano o lacaniano?
- Según de ande sople el pampero, gaucho Cruz. ¿Pero diande sacó usté esa pregunta de la intimidá?
- Es que si debemos seguir otro siglo más en esta soledad, hay que rebuscar algún tema de conversación. ¿No le parece? – y la carcajada de esos dos gauchos sacudió parte del campo argentino… No tanto pero casi. 
-          
-           - Tiene su razón paisano. ¿Se acuerda del Mingo Echeverri,  ese pueblero que se las sabe todas? Bueno, anda diciendo que en cien años más o menos, en estos parajes se casarán mujer con mujer y varón con varón. Y mucho antes de esa perdición ya existirán dotoras, comisarias y hasta presidentas de tacos altos y pollerita corta que nos indicarán como hay que caminar, sentarse para comer y otras cosas difíciles de explicar sin usar malas palabras, que usté sabe. Y andan avisando que cuando menos lo esperemos se van a descargar con el matrimonio igualitario y otras indecencias. ¿Qué me dice? Matrimonio igualitario…
-           ¿Y eso de igualitario qué quiere decir, don Cruz?
-           ¿ Ni siquiera lo supone, don Martín? /Qúe flaca imaginación/ Mujer entre ellas, hombre contra hombre, yo tu él los otros las otras y ella…  
-           • Yo les aviso desde ya a familiares y amigos, conmigo a eso ni lo sueñen - carcajeó el gaucho Martín Fierro y la siguieron con el gaucho Cruz yendo y viniendo con esa ‘brujería del matrimonio igualitario’.
-           • Bueno, eso llegaría ni bien empiecen a mandar las hembras. Y vea usté, gaucho matrero, si esa es manera de pensar una persona humana. 
-          

-           Pero a eso le aconsejo que ni se oponga. Es un negocio redondo, gaucho Cruz. ¿Qué maldición de diablo mandinga ni cuento chino? Que ellas se hagan cargo de todo y nosotros a disfrutar. ¿Le parece poco? – y las risotadas de ambos paisanos se oyeron hasta en la pampa de al lado. (dic.013)


Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.
Publicó unos doce libros; seis novelas,tres libros de cuentos, poemarios y 'Lunfardo en el tango y la poética popular', ensayo con glosario de 1300 voces. Organizó talleres literarios.
Resistencia Lunfarda. Poemas.  El Olvido está en Libertad. Novela. .. De nuevo lejos de Uppsala. Novela. Un Mundo casi Feliz. Cuentos y Poemas. . Nadie Muere de Amor en Disneylandia. Novela.  (Premio Fondo Nacional de las Artes). Cuentos con Mujeres. .. Madame Bovary era una Buena Chica. Novela.  El Infierno de Rosell. Novela. .. Lunfardo en el tango y la poética popular. Ensayo y Glosario. Proyecto Editorial, Ciudad Universitaria de la UBA


 Bedoya Subia Alex

Homenaje póstumo Juan Gelman 

Hoy
derramo palabras en esta hoja
como
rosas en tu sepulcro
a la distancia.
soy otro poeta, hermano menor
que idolatra tu mente sutil.

Dejaste ideas y versos
incrustados como banderas
en cada cuerpo,
fuiste exiliado de una tierra,
solo un tierra
pero nunca de tus flameantes
-ideales-.
hoy, dejó de ser martes
para irse y no volver,
fue mucho el dolor que costuraste
al ver como tu patria
te escupió la cara
por culpa de algunos,
ignorantes de su propia sangre.

Volaste, siempre con cadenas
que desgarraban la piel
de tus poesías
y ante el mundo,
demostraste poder volar sin alas.
Pero ahora, entre los epitafios
sos una estatua con historia
y yo,
la escribo,
-este es mi emblema-


del  Taller Literario Cómplices de Sueños.
Villalonga  (Buenos Aires).